"Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse. Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz. Ponte cómodo, estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte ya más. Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no volver a equivocarme otra vez. El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Mis recuerdos los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados cansados de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas receintes,
y podrías resbalar. Yo te aviso. El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas.
No sé si te lo había comentado antes pero la estufa la pones tú. Tampoco me funciona bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitarán más de un lavado y, hay cosas del futuro que acabarán gastándose de tanto lavarlas. El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobre algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura.
Dime que tienes toda la vida y voy encofrando mis nunca más."
Risto Mejide
3 comentarios:
Justamente ayer me acabe este libro. Jajaja, me gusta mucho aunque hay algunos capitulos que rallan. Jeje
xxx
Hay capitulos buenos, otros BRUTALES. Utiliza unas metaforas de las que soy fan :p!!
xxx
muy muy bonito.
me lo apunto.
un saludo!
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